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La Policía Boliviana y el Servicio Departamental de Salud (SEDES) de La Paz realizaron este sábado un rastrillaje de casos de coronavirus (COVID-19) en las estaciones policiales integrales (EPI) para verificar si existen uniformados infectados y tomar las pruebas rápidas.
En el inicio del proceso, el director del Sedes de La Paz, Ramiro Narváez, afirmó que los profesionales de salud, la Policía y las Fuerzas Armadas son la vanguardia para enfrentar al COVID-19.
Por su parte, el comandante general de la Policía Boliviana, Rodolfo Montero, señaló que 300 policías realizarán el control paulatino del personal con todos los elementos de bioseguridad, junto a médicos del Sedes.
Cada equipo se desplazó en vehículos policiales con la misión de realizar los rastrillajes sanitarios y detectar casos sospechosos o asintomáticos, quienes serán aislados u hospitalizados según el caso.
De esta forma los servidores del orden seguirán con el control, vigilancia, auxilio y asistencia al pueblo boliviano durante la lucha contra la pandemia, sostuvo Montero.